Descripción
Desde la primera idea en 2011 hasta el inicio de las ventas a finales de 2018, el nuevo BRAX DSP pasó por el proceso de desarrollo más largo e intensivo en la historia de Audiotec Fischer. Esperado desesperadamente por muchos clientes de todo el mundo, presentamos con orgullo el procesador de señal digital más avanzado que, sin lugar a dudas, está redefiniendo tanto la calidad del sonido como la funcionalidad. No sólo es el primer DSP del mercado que merece llevar el famoso logo BRAX sino que también eleva el estándar de rendimiento a un nivel inigualable.
Audiotec Fischer no escatimó esfuerzos para llevar al extremo cada detalle de esta obra maestra tecnológica.
El «corazón» consta de no menos de tres (¡3!) de los DSP de audio de 64 bits de punto fijo más avanzados de la serie Sigma350 con una increíble potencia de procesamiento de 3,6 mil millones de operaciones MAC por segundo. Esto permite ejecutar todo el sistema con una frecuencia de muestreo nativa de 192 kHz, ampliando el rango de frecuencia de audio a 80 kHz. La conversión de señal es manejada por los convertidores A/D y D/A con mejor sonido de Asahi Kasei con especificaciones más allá de la imaginación.
Se ha puesto un gran cuidado en el diseño de la fuente de alimentación, que es la base esencial para una calidad de sonido perfecta. Una serie de cincuenta y cinco reguladores de voltaje limpian y estabilizan todos los voltajes de suministro para cada etapa por separado. Un nuevo coprocesador (ACO) de 32 bits de alto rendimiento supervisa cada operación y garantiza una comunicación más rápida con el software DSP PC-Tool y el control remoto opcional DIRECTOR.
Pero además de todos sus méritos técnicos, el BRAX DSP marca el comienzo de una nueva era también en términos de conectividad. Su concepto modular único permite configurar las entradas y salidas como analógicas, digitales o una combinación de ellas. Es difícil concebir que con esta flexibilidad el BRAX DSP no pueda soportar ningún tipo de configuración del sistema, ni hoy ni en el futuro. La “obra de arte total” se completa con un concepto mecánico que a primera vista da la impresión de inmortalidad.
Una vez más, el enorme gasto, desde el enorme disipador de calor con el típico diseño rectilíneo de BRAX hasta los conectores cinch fresados a partir del macizo, se puede discernir hasta el más mínimo detalle.